miércoles, 11 de agosto de 2010

Cabreada

Ya estamos cerca del 15 de agosto, de hecho, faltan cuatro días.

El día 15 de agosto es raro el pueblo, localidad o ciudad que no esté en fiestas.

Os preguntareis a que viene todo esto... en seguida lo entenderéis.

Estoy de Rodriguez, es decir, mi marido y mis hijas se han ido al pueblo de mi suegra y yo me he quedado en Madrid. Les puse dos condiciones para irse, la primera que no estuvieran fuera más de un fin de semana, o sea, podían irse un lunes y volver el viernes de la semana siguiente... yo creo que son unos cuantos días... al menos a mí se me están haciendo eternos. Los echo mucho de menos.

La segunda condición fue que NO se quedaran para las fiestas.
¡Qué tontería! Pensareis.

Pues no.
A mí las fiestas del pueblo me aterrorizan.

Un pueblo que apenas tiene habitantes en invierno, en las fiestas de verano ve cuadruplicada e incluso quintuplicada su población.
Los que no han ido en todo el año, van para esos cuatro días, se encuentran con primos, amigos, tíos, sobrinos... y lo celebran en la calle, en los kioscos y en los bares... a todas horas.
A eso hay que sumar a todo aquel que esté de paso y decida darse un garbeo por el pueblo.
En definitiva hay mucha, muchísima gente... y muchos de ellos son desconocidos.

Todo esto no tiene mucha importancia... pasa en todas las poblaciones de España, sean grandes o pequeñas.

El problema que se me plantea a mí, es que yo soy de Madrid. Mis padres son de Madrid. Mis abuelos son de Madrid... jamas he tenido pueblo y no consigo conciliar mi vida en la ciudad con la vida que se lleva en el pueblo.

Mi marido nació en Madrid, pero sus padres, abuelos, tíos y demás caterva de familiares, nacieron en un pueblo de la provincia de Avila, en un pueblo precioso en plena Sierra de Gredos.

Por tanto él tiene cierta pasión por su pueblo. Yo sencillamente lo aborrezco.

Me gusta el anonimato selectivo de las calles de Madrid, donde no conozco a nadie que no quiera conocer, ni me cruzo con nadie con quien no me quiero cruzar. Simplemente me gusta pasear sin que nadie me pare y me pregunte “Y tu de quien eres”. Me gusta hacer lo que se me antoje sin que media hora después radio peluquería, radio bar, o radio banco se hagan eco de mis hazañas en la calle. Por qué seamos sinceros... en cualquier sitio hay “Radio Patio” pero en el pueblo, todo El Pueblo es Radio “algo” y eso hace que ser un paseante anónimo sea casi imposible.

Y mal que me pese, esa es una de las cosas más grandes de un pueblo. Que todo el mundo sabe todo de todo el mundo. No hay problema en dejar a los niños en el parque y relajar la vigilancia, ojo, no digo que estén solos, en absoluto. Digo que se relaja la vigilancia, que no se está con mil ojos a ver que hacen o no hacen, que no se está pendiente en todo momento del lugar en el que están y la gente que se les acerca... porque todo el mundo es alguien del pueblo y “No pasa nada”

A mí esta lasitud en la vigilancia no me gusta, imagino que es porque en Madrid, por desgracia, no puedes dejar de vigilar a los niños... o al menos, yo, como madre histérica que soy, no puedo.

Y todo esto me lleva al motivo de esta entrada, y al cabrero impresionante que tengo en el cuerpo.

Esta tarde he llamado a mi marido, como todos los días, y él me ha dicho muy ufanamente que se quedaban en el pueblo hasta después de las fiestas.
Genial. Simplemente genial. Cojonudo. De puta madre.
Quiero matar a alguien. Preferiblemente al tipejo con el que me casé hace cosa de trece años.
Quiero sacarle las tripas lentamente con una aguja de hacer ganchillo.
Quiero clavarle los cojones a la puerta de su casa del pueblo, con mil clavos y un mazo de albañil.
Quiero... quiero que vuelvan y no se queden en las fiestas.

A ver, lo primero, echo de menos a mis hijas, a él ahora mismo, como si le cocea un caballo los huevos, me importa un rábano.

Yo tenía la certeza de que este fin de semana por fin las iba a ver... pero va a ser que no, porque mi querido (por decir algo) marido ha decidido saltarse a la torera las dos promesas que me hizo y quedarse dos fines de semana en el pueblo de las narices y pasar las fiestas allí.

Se me plantea una duda existencial.
¿Voy al pueblo o no voy?

Sinceramente, no quiero ir al pueblo, como he dicho antes, lo aborrezco. Allí me trasformo en la bruja mala del cuento. Mi sentido del humor y mi simpatía se quedan en Madrid. Allí solo llegan mi mala leche, mi resquemor, mi aburrimiento y mis ganas de encerrarme en la habitación hasta que pasen las horas y regrese a mi ciudad.

Odio las reuniones familiares, el que todo el mundo me conozca, el vivir nueve (por dios NUEVE) en una casita de pueblo. Joder.

Sí. Tengo fobia al pueblo.

Pero... más miedo me da no ir.

Esa lasitud de costumbres de la que he hablado anteriormente sigue vigente aunque el pueblo esté en fiestas. Aunque haya tropecientas mil personas más que en invierno. Y es que, en los pueblos, No Pasa Nada. No hay problema. Y aunque haya mil desconocidos en el pueblo, hay mil que sí son conocidos. Por tanto los niños siguen jugando en el parque sin problemas, los papas siguen alternando con los primos, amigos y tíos de toda la vida mientras sus retoños se pierden en el parque SIN su atenta mirada.

Y a mí esto me da pánico En serio.

Sip, en Madrid, la delincuencia está a la orden del día, lo reconozco. Pero yo hago lo posible por tener a mis hijas bajo mi ala, vigilandolas y alejándolas de cualquiera que no me guste en el parque.

En el pueblo nadie vigila, porque No Pasa Nada... ¿cuantos sádicos, asesinos y violadores se han aprovechado de esta circunstancia?

¿Cuantos niños y adolescentes han sido secuestrados en las fiestas de uno y otro pueblo? Mogollón. Porque, reitero, No Pasa Nada. Todos Son Conocidos... hasta que dejan de serlo.

Por tanto y aun sabiendo que No Pasa Nada, me veo en la obligación moral y personal de irme el viernes al puñetero pueblo y pasar allí el fin de semana haciendo el subnormal.
Estoy que no entro en mi de gozo.

17 comentarios:

  1. Primero, el que ha fallado ha sido tu "marido", pues que apoquine él: que se venga a Madrid como te prometió.

    Que no se viene, que te traiga a tus hijas y luego que haga lo que le de la real gana.

    Lo de que tú vayas al pueblo es lo peor que puedes hacer: porque la próxima no te tomará en serio y lo volverá a hacer, no entenderá que le digas que te agobia ir porque como habrás ido esta vez te hará lo mismo.

    Después ya vendría lo de: vete tú al pueblo y a mis hijas ni se te ocurra llevártelas. Así de claro...tal y como lo pintas.

    Ahora, si confias en algún otro familiar allí mejor que tu marido para vigilar a tus hijas, hablaría con alguien de allí (a poder ser una mujer que solemos estar mas pendientes),aunque tuvieras que pagarle a esa persona, yo lo haría, porque tener a ese tipejo que va a pasar de todo y a tomar sus tapas mientras tus hijas a saber donde estan pues....no sé...en fin...

    También seria bueno para tí irte tú a otro sitio y relajarte sin pensar ni en marido ni en hijas, pero eso ya entiendo que es imposible para una madre...

    A la vuelta a tu marido ni hablarle vamos...

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  2. Hola guapa!
    Nu se me cabree mujer. Menudo problema tienes encima :S

    Yo en tu lugar, claro, no iría, pero como bien dices, es un coñazo el tema familiar, de tener que ir.

    Yo no he vivido nunca en un pueblo, pero Tenerife no es tan grande como Madrid. Es desagradable, me supongo, darte un paseo, y que la gente allá donde vayas sepa quien eres >__<

    Chica, si vas, trata de sacarle lo más positivo (aunque no haya) para que no te agobies tanto!

    Un beso enorme guapa y espero que al final la cosa se arregle

    -Da-

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  3. jus... yo que pensaba que me ibais a tirar los trastos a la cabeza por quejarme del pueblo!! jajaja

    Mandarina: Muchas gracias por tu comentario cielo. Tienes razón en la primera parte, lo prometió, tiene que cumplir... pero bueno... ya sabes el dicho, "promesas faciles de hacer, faciles de romper". Jus... y no es que mi marido vaya a tomar tapas y pasar de todo, no en exceso... sino que, y que conste que lo entiendo de todas toddas, es que se encuentran varios de la misma "quinta" una sola vez al año y logicamente se reunen... Sé que no va a pasar nada por que las niñas esten mas "sueltas" que en Madrid... pero no consigo conciliar ese aspecto con mi forma de ser (sip, soy pelin histerica en ese tema) Por supuesto confio en toda la gente del pueblo, son de verdad, personas encantadoras... en los que no confio es en los que no son del pueblo...

    Mi marido me ha dicho que no vaya, que no hace falta, que todo el mundo estará allí (eso es lo que me preocupa) y que no Pasa Nada (la frase mas dicha en el pueblo) asi que si voy es por que YO quiero ir (en terminos de que prefiero ir y pasar dos dias agobiada y sonriendo falsamente, antes de pasar dos dias en mi casa pendiente del telefono y angustiada por si pasa algo... aunque No Pase Nada.
    en fin... llevo viente años yendo una vez al año... este me iba a librar... perooooo va a ser que no.
    Y sip... cuando vuelva mi marido, no va a ser solo no hablarle... creo que voy a hacer lo que aconsejó Lisistrata... huelga de "piernas cruzadas" me entiendes... verdad... jeje

    Da, guapo!!! jisssssssss gracias por el consejo... ya he buscado algo positivo!! Me llevo el papyre llenito de cosas por leer!!! y por supuesto, voy en huelga de brazos caidos... no voy a dar palo al agua. He dicho.

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  4. Ufff, pues no sé que decirte. Primero te diría que si tu marido te prometió una cosa, debería cumplirla, pero chica, hace nada tuve un problema con mi novio por una de sus promesas, y me da que es algo crónico en los hombres, con su actitud pasotista y feliz de la vida. Nunca pasa nada, y siempre somos las histéricas que se toman todo a la tremenda. De verdad, a veces me pone de mal humor el simple hecho de sentir que parezco la mala de la película, una película que se repite una y otra vez, porque con una no basta para que lo entienda (momento Arse se queja de su novio, xD).

    Entiendo que quieras ir, pero hasta a mí me da rabia que tengas que hacerlo si no quieres, no te apetezca, te incomode, o simplemente no te de la real gana de ir. Y entiendo también que quieras hacerlo para estar más tranquila.

    Podrías hacer lo que dice Mandarina, pedirle que te lleve a las niñas y que luego haga él lo que le de la gana. Pero claro, supongo que no lo hará. Así que sólo queda quedarte en casa y esperar a que vengan, o ir y quedarte más tranquila, y supongo que optarás por esta última.

    Eso si, hay que espabilar a estos hombres, joder, que no cuesta nada que se nos entienda, no hablamos otro idioma diferente aunque ellos lo crean.

    En fin, hombres.

    Ya nos contarás lo que haces. No te ofusques porque es peor, y total, seguro que él le restará importancia y quedarás como la loca de la peli (o al menos, es como yo me siento algunas veces).

    Besitos wapa y ánimos!!

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  5. Arsenico, ains, graciasssss por comprenderme... ufff... te juro que pensaba que era la unica persona del mundo a la que los pueblos no le gustan... ufff... como le dije a Mandarina, Promesas!! faciles de hacer, faciles de romper!! y lo de traer a las niñas ni de coñas, estan como locas con lo de las fiestas ains... naaaaaaaaa si no pasa nadaaaaaaaaa solo son dos dias, voy el viernes y el domingo estoy en casitaaaa...
    Lo que me indigna es que es el primer año que me han logrado convencer para dejarlos ir solos (todos los anteriores he ido con ellos, con el papyre, mil libros y el portatil) y lograron convencerme por que solo iban a ser diez dias y no iban a quedarse para las fiestas... en fin, para la proxima ya me lo sé.

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  6. Qué tendrán los hombres con esto de hacer promesas y no cumplirlas, pufff. Ya te han dicho prácticamente todo, yo soy de pueblo pueblo pueblo, de estos perdidos en mitad de ninguna parte y te entiendo perfectamente, es cierto que hay mucha costumbre de soltar a los críos y no fijarse demasiado - aunque en mi caso todos los críos terminábamos en casa de mis abuelos donde alguno de los dos siempre andaba por ahí paseando -.

    La mejor opción es la que te dice Mandarina, ver que te traiga a las niñas a casa y que él haga lo que quiere si se quiere quedar las fiestas. A mi las fiestas de los pueblos me suelen repatear, no me gustan, me agobian - yo es que me agobio en cuanto hay demasiada gente - y termino de mal humor. No es lo mismo, pero yo que durante el curso estoy acostumbrada a estar en Santander - algo maravilloso para mí -, ahora que tengo que estar aquí con mis abuelos me estoy tirando de los pelos.

    Besos y mucho ánimo.

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  7. Ains, Irewen, a mi me pasa lo mismo, cuando veo mucha gente me agobio... fijate que cuando vamos al rastro vamos prontito para no coincidir con el mogollón de gente uffff... en fin...

    No puedo traer a las niñas, porque son ellas las que han liado al padre (ja, Ja, JA, y yo me lo creo... como si él no fuera capaz de negarlas nada... lo cual es mas o menos cierto arghhhh)

    En fin, estoy por llevarme el portatil en el tren para en el pueblo poder hablar con vosotras... ufff, ME ANIMAIS MUCHISIMO!!!

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  8. Noelia, después de leerte detenidamente, he sacado una conclusión. Sólo tú me dirás si voy errada en mis suposiciones.
    Para empezar, ahora comprendo un poco más tu terror al pueblo, aunque más bien debería decir a los desconocidos del pueblo y a ese mundo tan ajeno a ti. Porque, seamos sinceros, los humanos somos animales de costumbres, y cuando nos plantan una situación a la que no estamos acostumbrados, tendemos a retraernos, echarnos para atrás y renegar de los cambios. Es lógico y normal. Al igual que tú, pero al contrario, hay mucha gente de pueblo que odia meterse en las grandes urbes. Las tienen temor por otros motivos diferentes a los tuyos, pero igualmente válidos. Por esa razón, a mí me parece respetable una y otra opinión, porque cada persona es un mundo.
    Y ahora, al tema. Lo que está bien claro es que, si se te mete en los ovarios, el padre te trae a tus hijas sí o sí, por mucho que le apetezca quedarse en el pueblo. Pero ése no es el tema, ¿verdad? En realidad, puede que una de las razones que tengas para "sufrir" este fin de semana sean tus hijas, porque sabes que ellas sí que quieren estar allí, y tú, como madre, no se lo puedes negar. Si supieses que se aburren como ostras, otro gallo cantaría y ya estarían haciendo las maletas para volverse a Madrid. Noelia, ¿me equivoco? En realidad, yo creo que, como buena madre, estás anteponiendo tu bienestar al de tus hijas, porque quieres que se lo pasen bien (eso sí, sin quitarles un ojo de encima), aunque tú salgas perdiendo y tengas que claudicar.
    Espero que se te pase muy rápido el fin de semana, guapa.

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  9. Jus, Chus!!! no has podido explicarlo mejor!

    Efectivamente, si a mi se me pone por los ovarios traer a mis niñas a casa, las traigo aunque me cueste el divorcio. Eso está claro.

    Lo que me ha cabreado de todo esto, es que yo, llevo años yendo al pueblo primero por mi marido y luego por mis hijas... sé que va a llegar el día de ir, asi que me preparo mentalmente para la falta de intimidad (odio convivir con nadie que no sean mi marido y mis hijas, a mi eso de estar ciento y la madre en la misma casa me pone de mala leche, joder, dejé de irme de vacaciones con MI familia con 17 años, y ahora me toca ir con la familia postiza... ¡vamos hombre!), me armo de libros y musica, y voy, sin mas. Intentó relacionarme con la gente, que reitero, es adorable, me planto en el parque con mi librito y mi mirada tipo espia y vigilo a mis hijas con total trankilidad.
    Y no pasa nada (a parte de mis ganas de salir escopetada de allí) pero claro... es que me he tirado todo el año haciendome a la idea de que TENGO que ir al pueblo, de que TENGO que pasarlo lo mejor posible...
    Es esta traición lo que me subleva. el haber llegado a un acuerdo y que se lo pasen por el forro de los huevos, mi marido y mis hijas. Sobre todo mi marido, porque el es totalmente consciente de mis sentimientos con respecto a su pueblo.
    Respeto totalmente su deseo de estar en el pueblo, es mas, me parece cojonudo. Pero tambien quiero se respeten mis sentimientos, y que se cumplan las promesas... el dice que no tengo por qué ir... como si no me conociera...

    Sabes cual es el problema aqui... no es el que me haya fallado... es que jamas voy a volver a confiar en su palabra y que le voy a tomar asco al pueblo, cuando lo que antes sentia hacia ese sitio era indiferencia y aburrimiento, ahora lo estoy aborreciendo con todas mis fuerzas.

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  10. ¡¡¡¡Vamos vamos vamos!!!!
    Noelia querida:

    ¿¿No era yo la que hace unos días prefería irse a trabajar antes que escuchar las cruzadas de cable de un marido???
    PUes bien, si te sirve de consuelo, mi querido esposo, se va este viernes, sbábado y domingo a su puñetero pueblo, a ver a su más puñetera madre (todos sabéis lo rebruja que es la colega).

    Te entiendo más que nadie, te lo aseguro. Encima de que tener que escuchar a la familia postiza decir idiotesces tipo: uyyy has engordado, uyyy no comes nada, uyyy que Yolanda no ate los chorizos que como es de ciudad no sabe, uyyyy aquí en el pueblo las chicas no van escotadas, uyyy y ¿¿Por qué no vienes más al pueblo??...
    Comenzaré por la última: ¡¡¡porque soy unos tocapelotas de la leche!!!, No ato bien el primer chorizo, coño, pero los 15689 siguientes sí, porque no soy tan palurda como vosotras y os aseguro que en el día a día hago cosas más difíciles. HE engordado, justo a la entrada del pueblo, porque es veros la cara, y me trago tooooda mi mala leche para no contestar mal y no ser la "chica de ciudad rarita", y voy escotada, porque tengo un par de tetas cojonudas para mostrar.

    En fin, tras el desahogo... os comunico que me quedo sola los tres días. Cabreada, pero dispuesta a montar una fiesta de la leche con mis amigas, para que cuando mi maridito me llame, pueda decirle: ME LO ESTOY PASANDO DE PUTA MADRE.
    Punto.

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  11. Jajajaja Yolanda por diosssssssssss estás peor que yoooooooooo!!! jajaja

    En fin, chica mirale el lado positivo, no vas a tener que verle la cara a tu familia politica y vas a estar solita tres dias!!! así que ya sabes!! MOnta fiestón en casa y date el gustooooooo!!!!

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  12. jaja así se habla Yolanda, con un par =)

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  13. Mas o menos me pasa a mi lo mismo, mi novio es de un pueblo de Alicante y yo soy de una ciudad y a mi no me gusta ir alli!!!! Lo odio, no hay nada, solo gente que como dices te pregunta: Y tu de qui eres???? Y entonces yo respondo: Yo de nadie soy de Elche ( y con mucho orgullo). Bueno un beso muy fuerte y no te comas mucho la cabeza

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  14. Hola!! Antes de nada decirte que he llegado hasta tú blog atraída por una sinopsis de tú libro "Falsas apariencias" y bueno, visitando un poco mas tu blog he leído esta entrada.

    Sé que no soy "nadie" para comentar, "nadie" porque acabo de llegar a tú blog y no sé absolutamente nada de tí para comentar sobre algo tan personal pero si me permites aportar mi humilde opinión al tema... te diré que sí, que tienes todas las razones del mundo para enfadarte con tú marido porque te ha fallado al decierte que solo estarían "10 días y no 12" (y por lo tanto a las fiestas del pueblo).
    Yo no estoy casada ni tengo hijos por lo tanto no me puedo poner muy en tú situación pero sí, en la de tú marido y tus hijas.
    Te explico. Tengo casi 30 años y vivo en Barcelona. Desde pequeña (y doy gracias a quien sea por ello) todos los años me tiraba meses en el pueblo de mi padre (pueblo perdido de la mano de Dios donde lo único que había era un Bar (ahora solo hay la peña). Es tan ñajo que apenas hay 20-30 abuelos viviendo y se compra la comida al frutero, panadero... que vienen pasa por los pueblos cada "x" día. Es decir, que sí, son de esos que aquellos que sólo han conocido las ciudades (grandes o pequeñas) desarían morir antes de ir allí.
    Así que al igual que el pueblo de tú marido éste tb es de los que se quituplican para las fiestas y demás.
    Te digo que doy gracias a ello, porque gracias a todos esos meses que me tiraba allí he podido disfrutar de los mejores años de mi infancia y que aún hoy desearía que el tiempo hubiese evolucionado menos deprisa para poder seguir disfrutando del lugar y de mis amigos "de verano".

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  15. Sé que no es justo lo que ha hecho tú marido, te ha fallado y eso es imperdonable sabiendo el rechazo que tienes a "los pueblos y demás" porque, sí, comprendo tú rechazo al lugar pues tengo una tía política que le pasaba lo mismo que a tí (pero que con los años al final a acabado adorando al pueblo).
    Pero sinceramente, mientras leía lo que escribías no podía evitar sentir un poco de pena. En el pueblo de mi padre siempre te preguntaban al llegar el verano "¿y tú de quien eres?" (Dios, parece que esa frase sea una muletilla de todos los pueblos) pero no te has de enfadar por ello, es muy normal (por no decir típico) y te puedo asegurar que con los años dejan de hacerlo, en serio ;-) Pero claro, te lo dice alguien que adoraba y adora ir al pueblo.
    Durante mi infancia, como bien te he dicho, me tiraba perfectamente los 3 meses de verano con mi madre y mis hermanos mientras mi padre se quedaba en Barcelona trabajando. Mis padres hacían un gran sacrificio por nosotros al permitirnos eso y te puedo segurar que nunca jamás podré dejarle las gracias por los mejores veranos de mi vida. Mi madre, aceptó por nosotros que prefiriésemos estar en el pueblo de mi padre antes que en el suyo que está a 30 km y es mas "ciudad", y se quedaba meses en una casa que se llenaba de gente en verano separada de mis padres por nuestra felicidad.
    Cuando tú marido te dice "que no pasa NADA" no quiere decir que no vigile a tus hijas. Al contrario, seguro que tanto tú marido, como su familia y toda la gente del pueblo los vigilian bien. Mi madre muchas veces ha contado como a veces nos iba a buscar y no tenía ni idea de donde estabamos y al preguntar a "fulanito" éste le decía que los había visto hacía 5 minutos con "el pequeño de tal y el mayor de pascual" y que decían que se iban al "Arenal" a jugar a fútbol. Y eso era así con cualquiera que te encontrarás en el pueblo. Lo que para tí quizá es una violación de tú intimidad y un "acoso" y vigilancia permanente te puedo asegurar que es algo que da mucha seguridada al saber que todos en el pueblo somos todos uno. ¡¡Anda que no era útil preguntar a alguien por donde andaban mis amigos después de dar vueltas por el pueblo sin encontrarlos y que en menos de 5 minutos ya los encontrabas!!
    Es algo incomparable a una ciudad y aunque todos se conozcan si que es cierto que sigues y siguen vigilando y teniendo cuidado pues nunca te puedes fiar, pero eso es algo que nunca se te olvida cuando estás en el pueblo. Es lo que tiene que seamos de ciudad, que vigilamos mas sin darnos cuenta.

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  16. Ya para acabar y no soltarte mas rollo... Estoy segura que echas demenos a tús hijas y que odias el pueblo (y a tú marido tb por lo que te ha hecho) pero de verdad, por un momento aparta a un lado lo que te ha hecho tú marido, lo que sientes por el pueblo, por la gente de allí y piensa en tus hijas ¿son felices? ¿disfrutan del lugar? Un lugar lleno de vida, de naturaleza, de "la maldad" de la ciudad. Un lugar en el que disfrutas sin tener que preocuparte "en exceso".
    Cuando tú marido se queda un par de días mas y te dice que no es necesario que vayas creo que no lo hace para "fastidiarte" sino al contrario, porque sabe cuan poco te gusta y cuanto disfrutan las niñas (y él claro). Si se queda quizá no o hace "por él y estar con tooooda su familia" sino por cuanto disfrutan ellas del lugar. Privarlas de las fiestas "sin ninguna buena razón" (aunque sé que quererlas contigo para tí sería una razón mas que suficiente) me parece algo muy injusto. Además, ¿te has planteado que quizá tú marido aunque te llebe la contraria y te diga que no es necesario que te sacrifiques por ellos también te echa de menos? Mis padres se echaban mucho de menos mientras mis heramnos y yo disfrutabamos del verano hasta que él tuviese vacaciones...
    Actualmente a mis casi 30 años, echo mucho demenos esos días tan maravillosos que pasé. Hoy es dia 15 y en el pueblo de mi padre están todos mis amigos de Madrid, Burgos, Valladolid... celebrando las fiestas y yo estoy aquí en la horrible ciudad atestada de gente, polución, etc. por trabajo echándoles demenos a ellos y al pueblo. Hace años que sólo puedo ir al pueblo para las fiestas de Septiembre. Para mí hace mucho que se acabó ir 4 días en Semana Santa, 15 días en verano... quizá tus hijas con los años acaben aborreciendo el pueblo de tú marido (tengo amigos y primos que lo hicieron) pero hasta entonces disfruta de ello todo lo que puedas porque desde el fondo del alma te digo que añoro aquellos años en que tenía a mis padres las 24 horas para mí, que nos ibamos de excursión al pinar, a las cuevas de tal sitio, de excursión a Segovia con mis primos y tíos...
    Lo sé, te entiendo, para tí debe ser muy duro todo aquello, tanto que me es casi imposible imaginarlo y por ello me he sentido tan triste al leer tú entrada u tus opiniones y además porque hoy es día 15 y ayer justamente se fue para el pueblo uno de mis mejores amigos de Madrid que había estado de visita por Barcelona. Le di un fuerte abrazo y con los ojillos humedecidos le dije que se lo transmitiera a todos los que iba a ver, que disfrutaran mucho de las fiestas y les dijera que nos veríamos en Septiembre.
    Seguramente todo lo que te he dicho no sirva de nada debido a tú aversión al lugar y sus gentes pero espero que te haya srvido para ver "los pueblos" de un modo mas positivo y entrañable.
    Si este fin de semana al final lo has pasado por allí, solo espero que todo haya ido bien y que no sigas tan enfadada con tú marido, pues sería toda una lástima.
    1 abrazo muy grande y de verdad, perdona mi intromisión. Tienes todo el derecho a eliminar el mensaje o reprocharme todo lo que te he comentado pero yo sólo quería darte, quizá, ese punto de vista de aquellos que somos de pueblo. Porque cuando yo digo a la gente que me voy al pueblo siempre digo a "mi pueblo" no al de mi padre ^^

    1 beso y ánimo!!

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  17. Juas, Hola Kat! A ver, jamas!! Nunca!! borraré un comentario ni una entrada dando una opinión escrita desde el respeto, al contrario, la agradecere profundamente, como hago con la tuya.

    Me gusta, ante todo, la diversidad de opiniones, el que cada cual opine lo que mejor le parece y que, sobre todo, no todos opinemos igual... uffff un mundo donde todos tuvieramos los mismos gustos y criterios sería un completo ROLLO!!

    Lo que comentas de que todo el mundo sabe de todo el mundo... ya lo puse en la entrada, es Lo Mas Grande que tienen los pueblos, eso no lo pongo en duda... pero a mi me colma... jis.

    A mis niñas les encanta el pueblo y yo estoy feliz por ello, de hecho, se han ido estos días porque YO he estado de acuerdo (en mi familia todo se hace democraticamente... siempre y cuando YO dé el visto bueno jajajaja)

    Y bueno... solo añadir que acabo de regresar del pueblo y vengo con buen sabor de boca, me lo he pasado bastante bien, he seguido la premisa que me habia puesto, es decir, Oir, Ver y Callar... y he estado super comoda... tambien es cierto, que hoy por la tarde ya tenia ganas de regresar a mi casita en Madrid... jis... pero el compendio de estos dos dias y medio ha sido positivo. Sigo aborreciendo el pueblo en fiestas, demasiada gente, demasiados desconocidos, demasiadas "apreturas" pero... solo ha sido por la noche en el baile, el resto del tiempo ha sido muy agradable.

    Besotes a todas

    Noelia.

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Hola!