jueves, 9 de diciembre de 2010

Mata para mí, Karen Rose

MATA PARA MÍ
Karen Rose
Plaza y Janes

Mata para mí. En la primera entrega, Muere para mí, conocimos a Simon Vartanian, un asesino en serie obsesionado por capturar el supremo instante de la muerte; el protagonista de Grita para mí, segundo título de la serie, era Daniel Vartanian, un agente del FBI que regresa a Dutton para investigar los crímenes de su propio hermano y enfrentarse a los fantasmas de su pasado; y, por fin, con Mata para mí, Karen Rose cierra brillantemente esta magnética historia donde la pasión amorosa y el terror se entremezclan creando una atmósfera de auténtico desasosiego. Ahora es el turno de Susannah, la hermana pequeña. Ella es la única que en realidad conoce el secreto escalofriante que se gestó en un apacible pueblo del sur de Estados Unidos trece años atrás... y cuyo horror aún perdura hoy.


Impresionante… solo cabe esa palabra para describir el libro que he terminado hace escasos segundos… IMPRESIONANTE.

Mata para mí” de Karen Rose cierra la trilogía de los hermanos Vartanian, que comenzó con “Muere para mí” y continuó con “Grita para mí”…

Es una historia de suspense romántico, dura, durísima… Habla sobre el tráfico de niñas y adolescentes, sobre pederastia en Internet, sobre sufrimiento, violaciones, e injusticia. Sobre como esconder la maldad y la depravación, sobre las victimas inocentes que quedan desamparadas ante tanta mezquindad y sobre como consiguen, poco a poco y con mucha fuerza de voluntad y lucha interna, superarlo.

En este libro retomamos las historia justo donde se quedó en el anterior “Grita para mí”, Daniel Vartanian está herido cerca de Dutton, su hermana Susannah está en Dutton en compañía del agente Luke Papadopolus (el mejor amigo de Daniel) y un montón de niñas inocentes están presas en manos de unos depravados que las consideran “carne fresca de primera” y que pretenden venderlas a gente igual de depravada que ellos.

Karen Rose nos muestra poco a poco el mundo horrible y espantoso de la prostitución infantil, la pederastia en Internet y los mercados de “carne” infantil.
Nos narra en boca de dos personajes secundarios, Mónica y Ashley, dos de la niñas secuestradas, como es la mierda que rodea este mundo, la horrible situación a la que se ven sometidas, la deprimente realidad de la que no pueden escapar, y la lucha de ellas por no dejarse vencer, por no someterse, por luchar por su libertad cueste lo que cueste.

También nos permite vislumbrar a través de los ojos y los sentimientos de Luke, un agente de la policía contra crímenes cibernéticos, el horrible trabajo que realizan. Todos hemos visto los telediarios, hemos asistido estupefactos a las noticias que nos cuentan el desmantelamiento de redes de pederastia por internet, hemos visto fotos en esos mismos telediarios, de niños y niñas medio ocultos a nuestra “sensibilidad” por una raya negra en la tele, fotos que, gracias a dios, no muestran nada… pero no hemos visto lo que hay detrás… en este libro tampoco lo veremos, no nos describen las fotos que encuentran en estas redes abominables y aborrecibles, ni nos cuentan con pelos y señales lo que hacen a los niños, no hace falta. Karen Rose nos muestra con meridiana claridad los sentimientos que invaden a Luke en cada foto que encuentra, en cada caso que resuelve o que por desgracia no logra resolver… la angustia que lo quema por dentro, la rabia por no haber llegado a tiempo, por lo que les ha pasado a estos niños… según iba leyendo el libro, en mi mente, aparecían todos aquellos policías reales, que dedican su tiempo, sus sentimientos y su vida a encontrar a esta gentuza depravada, amoral y deleznable que solo merece la muerte; policías a los que ahora considero héroes de luz en la oscuridad.

Karen Rose da voz a la fortaleza, el miedo, la humanidad, y el amor en las palabras se Susannah, la hermana de Daniel Vartanian, y protagonista femenina de este libro. Una mujer con un pasado terrible a sus espaldas, con un secreto horrible en su vida, y una soledad tan apabullante que la sientes a su alrededor en cada gesto que hace. Según transcurren las páginas asistimos a la lucha que tiene lugar en su interior, como poco a poco el miedo va dando paso a la seguridad, la incertidumbre a la resolución y la soledad al amor… Como crece interiormente, como se abre a Luke, como logra dar un paso adelante y decir: Sí, aquí estoy, y voy a por ti, cabrón.

El libro está muy bien narrado, es inquietante, realista, deprimente y a la vez esperanzador. Los personajes son perfectos, con sus virtudes y defectos, con personalidades tan bien dibujadas que no he podido observar en ellos nada que no les haga parecer reales. El estilo de la autora, es el mismo que en otros libros, capítulos largos separados por las fechas y las horas a las que suceden los distintos episodios.

La única pega que le he encontrado, es que al principio, sino se tiene muy fresco el anterior libro, hay demasiados personajes, demasiados nombres para recordar, y a veces es un poco lioso de seguir, pero enseguida te habitúas a ellos, y vas reconociendo y captando la personalidad, el poder, y los pensamientos de cada uno.

Reitero, este libro contiene una historia durísima, pero también un mensaje sobre la verdad, sobre renacer de las cenizas, sobre la fortaleza interna, sobre el amor incondicional. Personalmente me ha impactado, y sinceramente, lo recomiendo muchísimo. Creo que es una obra de arte.

Un último apunte, cuando comencé a leerlo, lo primero que pensé fue: Cuando mi hija tenga unos años más, se lo tiene que leer.
Ahora que lo he terminado, me reafirmo en ello. Creo que es un libro que cualquier niña tendría que leer al llegar a cierta edad, cuando empiecen a tontear con internet, a creerse todo lo que desconocidos carentes de escrúpulos cuentan en la red.
Todos hemos entrado en chat y hemos “hablado” con gente estupenda que en un momento dado ha dicho cosas que no nos han cuadrado, y hemos pensado… “Ufff… este tipo, o es un pelota de narices, o se trae algo entre manos, o está como una cabra” y como adultos que somos hemos dejado de lado esa “amistad” pero… cuando una cría o un crío, un adolescente, escucha, o lee, cosas que quiere escuchar, cuando una persona amparada por el anonimato que da la red, le dice que le comprende en todo lo que le “está pasando“, que tiene que hacer algo porque su familia no “le deja en paz, o le vigila demasiado”, y cosas por el estilo, demagogia barata con la que convencer a este niño o niña de que haga algo que sus padres le han prohibido que haga… a mi se me ponen los pelos de punta, porque es una realidad, algo que está día si y día no en los telediarios… algo que puede pasar a mis hijas, a vuestros hijos… no sé, este libro me ha dado muchísimo que pensar… y que temer.

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