Ya sé el nuevo color del pasillo...

Vida cotidiana II

Pues sigo de obras, lógico, solo han pasado cuatro días desde su inicio y me ha comentado la gente que si me dijeron tres semanas será por lo menos el doble… UPS!!!

Hoy he ido a recoger a mis hijas al colegio, he dejado a la mayor en la academia y me he ido con la pequeña a tomar un café.

En la cafetería le he comentado a la peque (5 añitos)  que tenía ganas de subir a casa a ver como iban las obras, y cual no es mi sorpresa cuando la señorita me responde que la casa está hecha un asco.

-         ¡Ahí va! ¿Tu como sabes como está la casa?

-         Por que ayer papá me llevo a verla.

-         Aps. – mi marido se ocupa de ellas por la tarde mientras yo trabajo.

-         Están todos los muebles hechos cachos y en el suelo cuando pisas se queda el zapato marcado. – me dice ella muy sabihonda

-         Vaya, me alegro. – aun estoy rumiando que mi marido haya subido a las niñas a casa en mitad de la obra del Escorial, así que no presto mucha atención a lo que me cuenta.

-         Pero mamá, el pasillo ha quedado súper bonito, de verdad, no veas que bonito.

-         ¿si? que bien – ahora estoy pensando en como matar a mi marido sin dejar un rastro de sangre…

-         ¿quieres saber de que color es? – me pregunta toda ilusionada.

-         Pues si, dímelo. – contesto yo, aunque sé de sobra el color que elegimos.

-         Mira de este – y me señala la parte de atrás de la manga de su abrigo morado… que ya no es morado, ahora es amarillo canario.

¡Tierra trágame!

El abrigo nuevo, el de esta temporada.

¿Sabe alguien cuantos años de cárcel me pueden caer por estamparle un sartenazo en la cabeza a mi marido?