miércoles, 8 de diciembre de 2010

AV

Respiró profundamente y se miró el regazo. Tal y como se temía sus pantalones se abultaban sospechosamente a la altura de la ingle. No podía caminar por el único parque del pueblo, rodeado de niños en bicicleta, ancianos jugando al tute y familias paseando dichosas, con una antena parabólica  marcandose en los pantalones.

7 comentarios:

  1. Pobre hombre! que mal lo estaría pasando jajaajajajaja, a ver...quien le manda.

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  2. Ohh Ohh Ohh, no sé si podré volver a caminar tranquila por el parque!!

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  3. Jajaja, no sé qué me hace más gracia, si la foto del plátano o la tienda de campaña que lleva montada en los pantalones!!

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  4. Ains, que me estoy imaginando la escena y... juassssssssssssssss
    Pues que deje de caminar y se siente un ratillo, pobre muchacho. Por cierto, ¿qué es lo que habrá hecho para que el asta se le alce en medio de un parque? Chico malo...

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  5. Al principio no había visto el preservativo, y cuando me he percatado, me he reído como una posesa, porque a veces he bromeado con enfundar un pepino de los más grandes para ver lo que da de sí la gomita.
    Ainss Noelia, cuánto me río con tus apuntes, y aunque no deje siempre mensaje, que sepas que te sigo leyendo.
    Besos.

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