Capítulo I
Deneb era en realidad la “tía buena” del departamento de producción y su único cometido en éste era, ni más ni menos, llevar el café y las pastas a don Ernesto, eso sí meneando bien el culo y poniendo cara de niña tonta y lasciva. Uf. […]
Y ahí estaba ahora, vestida como una putita, aburrida como una ostra y deseando largarse a su casa lo más rápidamente posible. Giró sobre sus altísimos tacones de aguja, se bajó disimuladamente la escasa minifalda que apenas le tapaba el trasero, cogió la inútil chaqueta de polipiel que apenas le resguardaba del frío pero que era súper sexy e intentó abandonar con disimulo el salón de reuniones de su empresa.
Genial, genial, compi de publicación.
ResponderEliminarQué ganas de leeros a todas, que el mío ya me lo sé de memoria del derecho y del revés!
Un abrazo
Bueno, bueno....esto promete!
ResponderEliminarUmm... rubita no tan tonta... umm... promete
ResponderEliminarEstá claro que no se conforma con ser solo la chica de los recados, y tiene mucho más potencial que eso. Me gusta... quiero más, desde luego. Besos
ResponderEliminar¡Me gusta la imagen de la mujer que has puesto para Deneb! ¡Qué ganas de tener ya el libro en las manos ;)!
ResponderEliminarQue mala eres...nos pones el caramelito en la boca, pero se nos acaba muy pronto!! :)ya nos queda menos!!
ResponderEliminarMe gusta el nombre, Deneb y la foto la va que ni pintada :P
ResponderEliminarDetalle coqueto: me gusta mucho como va peinada.
Un beso y esperando leerte!