L´epicerie, la pequeña tienda de los Pirineos, Julia Stagg

L´epicerie, la pequeña tienda de los Pirineos

Julia Stagg

Roca Editorial

ISBN: 978-84-9918-495-1

Ficha del libro en Roca Editorial: Aquí

Primeros capítulos: Aquí

Sinopsis:
Tras L’Auberge. Un hostal en los Pirineos, los habitantes de Fogas vuelven a cobrar vida en esta chanson d’amour divertidísima.

Cuando Stephanie le atiza a un extraño con una baguette seca, no se da cuenta en principio de que ha atacado al nuevo propietario de la epicérie del pueblo. Fabian, el exiliado parisino que ha venido a encargarse de la pequeña tienda, no despierta muchas más simpatías cuando decide que lo que necesita Fogas es un comercio moderno y exquisito. Incluso pensará en tirar la toalla, pero otro golpe, este de amor, le retendrá en la pequeña localidad de los Pirineos franceses.

Stephanie, sin embargo, está demasiado ocupada para l'amour. Trabaja en l’Auberge y al mismo tiempo está levantando un huerto orgánico, pero hacer realidad su sueño está acabando con ella. Ni siquiera se da cuenta de que su hija anda preocupada. Un siniestro forastero se está paseando por el pueblo y Chloe no sabe a quién acudir. Su única esperanza es que alguien acabe por escuchar sus gritos pidiendo auxilio...

Lo inesperado se encuentra a la vuelta de la esquina en Fogas...

Opinión personal:
Debo reconocer que este libro llegó a mis manos gracias a un amigo que me lo regaló, y al que estoy sumamente agradecida, porque jamás lo hubiera leído de no ser por él (últimamente estoy tan liada que ni tiempo tengo de ir a librerías). Muchas gracias guapo!!

Lo primero que llamó mi atención de “L´epicerie, la pequeña tienda de los Pirineos” fue su portada. Es… deliciosa. Me parece tan exquisita, que no sé, no puedo evitar mirarla embobada cada dos por tres.
Lo segundo que me impresionó fue la sinopsis… ¿De verdad la novela iba a empezar con una mujer atacando con una barra de pan a un hombre? No me lo podía creer!!! Pero… así fue.

“L´epicerie…” empieza de un modo divertidísimo, y continua así durante las casi cuatrocientas páginas con que cuenta el libro. Pero no solo vamos a encontrar situaciones hilarantes, también nos intrigará la aparición de una furgoneta verde, sentiremos en las entrañas la vida de un pequeño pueblo de los Pirineos y vibraremos con las historias de cada uno de sus habitantes.

Esta es una novela coral, con multitud de personajes que han hecho mis delicias.

Por un lado tenemos a Stephanie, la protagonista femenina, dueña de un pasado que apenas nos atrevemos a aventurar y del que descubriremos su realidad al final del libro.

Estephanie tiene una hija pequeña, Chloe, a la que cuida y adora por encima de todo… o casi de todo. Porque, además de trabajar en el hostal del pueblo, tiene un nuevo proyecto que se lleva gran parte de su tiempo y atenciones: el montaje y apertura de un huerto ecológico. Es una mujer que se atreve a soñar con un futuro mejor, de fuerte carácter, impulsiva… tan impulsiva que una noche, al entrar en la tienda del pueblo y ver a alguien vestido de negro allí, no se le ocurre otra cosa que coger una barra de pan duro, y atizarle en la cabeza con ella. Y oye, la baguette tenía que estar muy, pero que muy dura, porque deja al pobre tipo casi inconsciente y tirado en el suelo. Solo hay un problema… el pobre tipo es el nuevo dueño de la tienda… y además, le sienta fatal que le hayan noqueado.

Fabian llega al pueblo desde Paris, harto de su existencia hastiada y fría en la gran ciudad. Es un hombre alto y muy delgado, apasionado del ciclismo y los números. En su cabeza, todo se convierte en sumas, restas, balances, inventarios… Pero no se siente feliz, por eso, aprovechando que gracias a una herencia es el copropietario de la tienda del pequeño pueblo en el que pasó los veranos de su niñez, Fogas, decide trabajar en ella, haciendo algunos “pequeños” cambios, tales como tirar paredes, tirar estantes, cambiar la ubicación de las cosas… Y estos cambios le sientan fatal a Jossete, su tía política, y copropietaria de la tienda.

Jossete es una mujer mayor que ha vivido toda su vida en Fogas. Se casó con Jacques, un hombre mayor que ella, al que adoraba, y dejó de lado todos sus sueños por vivir un nuevo sueño junto a él, un sueño llamado Amor, con mayúsculas. Ahora está viuda… o tal vez no. Porque Jacques está muerto, pero no se ha ido. Continua a su lado en forma de fantasma silencioso, rondando por la tienda, siempre cerca de la chimenea, y Jossete es feliz estando junto a él… el problema ahora, es que con la llegada de Fabian, no tiene tiempo libre para estar sola y hablar con Jacques (si lo hace estando acompañada la pueden tomar por loca), y claro, anda pelín enfadada… menos mal que su buena amiga Annie está allí para charlar con ella.

Annie es una mujer soltera, con un fortísimo carácter y un acento ininteligible para los que no son del pueblo, como Fabian, vive en Fogas desde que siendo adolescente quedó embarazada, se negó a decir el nombre de su amante y se puso el mundo por montera con una única intención: tener a su hija en solitario y darle todo su cariño. Pero a veces las cosas no son tan fáciles, y Veronique, la niña, no tuvo una infancia fácil.

Veronique es ahora una mujer adulta, con una idea en mente, descubrir quién es su padre… pero su madre está empeñada en no decírselo, por ello tiene que inventarse una relación con un hombre, y eso no le hace ni pizca de gracia a Christian, el teniente de alcalde del pueblo.

Christian es un hombre integro, honorable, enorme, un hombre cuya presencia infunde paz, y al que todos recurren cada vez que tienen un problema… Pero ahora es él quien tiene un problema, un gran problema… y no tiene a quien recurrir, o tal vez sí. Tal vez un parisino estirado y delgaducho, amante del ciclismo y con la cabeza llena de números pueda ayudarle.

Aunque… Fabian ya no tiene la cabeza llena de números, sino de amor… sip, se ha enamorado de… Ahhh, no os lo voy a decir.

Y entre todos estos personajes, y otros muchos más que os lo harán pasar en grande, hay también una furgoneta verde, conducida por un hombre siniestro, en la que todo el mundo repara pero en la que nadie se fija o recuerda…

¿Qué puedo decir de este libro? Me ha encantado, me ha hecho sonreír y soñar. Gracias a la maravillosa pluma de su autora he visto con los ojos de la imaginación los Pirineos, he sentido el pulso de la vida en Fogas y me he enamorado de todos y cada uno de los habitantes del pueblo.

La narración de Julia Stagg es sencilla pero muy cuidada, me ha absorbido por completo.
Las aventuras y desventuras de los habitantes del pequeño pueblo, sus avatares, preocupaciones y rutinas, están narradas de tal manera que casi podemos tocarlos.
Los personajes, carismáticos, de personalidad muy definida cada uno, con su pasado, su presente y su futuro, tan reales como la vida misma, nos hacen partícipes del libro como si fueran nuestros amigos más allegados.
Y por supuesto, las situaciones tan divertidas, los diálogos que tienen entre ellos, la vida del pueblo, nos hacen vivir en nuestra mente, y sentir en nuestras entrañas, cada cosa que les pasa.

Solo una cosa puedo decir: quiero más novelas de esta autora!