Ufff, tengo un dilema tremendo!
Tengo dos historias radicalmente distintas en la cabeza. La
de Lucas y la de Héctor. No se parecen en nada. No pertenecen a la misma serie.
Ni siquiera transcurren en la misma época. Pero estoy enamorada de ambas, y no
sé con cual ponerme.
Ah… que no sabéis de qué os estoy hablando… ainsss, es
verdad, me entusiasmo, y se me olvida explicarme mejor.
Lucas es una historia que me tiene subyugada, y que comencé
a esbozar hace un par de meses. Lo adoro! Os comenté un poco sobre ella en una
entrada anterior… os pego la frase con la que comienza y el enlace al proyecto
en mi otro blog:
“Todos los seres humanos tienen recuerdos que solo contarían
a sus mejores amigos; tienen otros que solo se contarían a sí mismos en el
mayor de los secretos. Pero además, hay cosas que uno ni siquiera se atreve a
contarse a sí mismo.”
Fiódor Mijáilovich Dostoyevski (Memorias del subsuelo)
Y Héctor… que os puedo decir de Héctor, es el hermano de
Ruth y Darío y su libro será el cuarto y casi último de la serie “Amigos del
barrio”… es un tío encantador, divertido, despreocupado, agradable… y está
enamorado…
Y he aquí el dilema, ahora que sé que Darío está pronto a
ver la luz, la historia de Héctor me está martilleando en la cabeza, dibuja mis
sueños y me obliga a llenar con letra casi ilegible las páginas del cuaderno en
que apunto mis ideas. Se puede decir que está totalmente esbozada y que solo es
necesario ponerme frente al ordenador para que surja entera. Peroooooo… por
otro lado está Lucas.
Si Héctor ocupa mis sueños, Lucas se introduce en mi cabeza
en cada segundo que tengo libre. Su historia es muy intensa, arrolladora, y también
muy dura. No puedo alejarme de ella, necesito continuar escribiéndola… necesito
saber qué pasa con el Capitán, con Alicia, con Enoc… con todos!!!
Parece una tontería, pero llevo desde el domingo (día en que
acabé mis vacaciones y volví a centrarme en la rutina diaria) dándole vueltas a
la cabeza, y creo que hoy por fin, tras escribir estas líneas, me he decidido…
voy a centrarme en Héctor. Es un chico estupendo y merece toda mi atención… y además,
en cuanto leáis el libro de Darío me vais a matar… por tanto, más me vale tener
lista la historia de Héctor para salvaguardar mi integridad física. Jajajajaja.
Pos deja el blog y ponte a escribir!!!! Que yo quiero leerlo tooooooooodo ya mismito!!!!
ResponderEliminarBsssss
Si tu misma ya dices que te vamos a matar me estoy temiendo lo peor... :S
ResponderEliminarA mi me da igual lo que escribas antes, mientras lo escribas... xD
¡¡¡Pero quiero a Darío yaaaaaaaaaaaaaaa!!! :(
Jajajajjaa, Violeta, oido cocina!!! dejo el blog y comienzo a escribir la de Héctor mañana mismo, ajjaja.
ResponderEliminarTinuwel: te lo garantizo, me vais a matar. Jajajjaa, y Darío... ains... pronto, en serio.
Yo que tu por tu integridad fisica terminaria Hector, sip, porque sino luego no te quejes que te persigamos con nuestras peores intenciones porque lo queremos ya, ya, ya, ya, jajajajajaj
ResponderEliminarBienvenida a la jungla de asfalto madrileña y ponte a currar como que yaaaaaaaaaaaaaa jajajajajaja
... Umm... Gran dilema, sí. Si te matamos no puedes seguir escribiendo... ¿Qué tal se te daría el espiritismo...?
ResponderEliminarPublica las dos a la vez y chau
ResponderEliminarSi tu misma te has contestado al compartirlo con nosotras jajajajajajajajaj Termina el de Hector, que cierra la serie según tienes planificado y luego continua con Lucas.
ResponderEliminarÁNIMO, QUE TÚ PUEDES CON ESO Y MUCHO MÁS!!!! Ahora, te comprendo hija, porque a la menda le pasa tres cuartos de lo mismo.
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