Miércoles de cine: Dos hombres y un destino.

Uffffffff... Robert Redford y Paul Newman en una película inolvidable (al menos para mí). 

Dos hombres y un destino narra la historia de dos bandidos que dedican su tiempo a asaltar bancos, trenes etc y a veces da la impresión que lo hacen mas por pasar un buen rato, que por necesidad. Tienen una banda, cuya única premisa es NO matar a nadie; Butch (Paul Newman) es el líder “logístico”, es un tipo muy inteligente con mogollón de ideas (aunque no todas buenas), mientras que Sundance (Robert Redford) es el hombre de acción, el que tiene el nervio rápido y la pistola siempre a punto.

La cuestión es que se les da tan sumamente bien atracar que las autoridades comienzan a enfadarse muy mucho y deciden poner fin a sus correrías. Un buen día, durante un asalto a un tren, zas, aparece la ley y nuestros chicos salen pitando… huyen a través de valles, montañas, ríos… y nada, que no hay modo, no consiguen perderles de vista, hasta que dan con un “sitio” que por fin les permite escapar.  Huyen raudos y veloces a casa de la novia de Sundance, y de allí escapan los tres juntitos a Mexico, donde comienzan una nueva vida, en la que intentan ser honrados. Lo intentan por todos los medios, incluso trabajan de guardaespaldas protegiendo el salario de unos mineros... pero corchos!! todo se les pone en su contra, y acaban con ese dinero y sin jefe al que entregárselo... por tanto, deciden hacer lo que mejor se les da... atracar bancos. Al fin y al cabo, ese es su destino... 

Y ese más o menos es el argumento de la película. Supuestamente está basada en la historia real de Butch Cassidy y Sundance Kid… aunque según tengo entendido, no es totalmente veraz a la historia.

YO me quedo con la grandísima interpretación de Newman y Redford, con esa banda sonora alucinante, con sus paisajes maravillosos y como no, con unas escenas que tan pronto nos arrancan una sonrisa como nos hacen jadear horrorizados (sobre todo al final uff)

El diálogo de hoy:

Butch y Sandance llevan días huyendo de la persecución a la que son sometidos por los agentes de la ley, están cansados, agotados y desesperados… no se les ocurre ningún sitio al que ir para poder escapar, ni la manera de huir o esconderse… y al final acaban acorralados en un saliente de un acantilado…

Butch: Kid, si en otra ocasión te digo “por qué no vamos a Bolivia”, ¡debemos ir a Bolivia!

Sundance: En otra ocasión –repite haciendo caso omiso mientras amartilla su pistola y se prepara para la disparar- ¿Dispuesto?

Butch: No, vamos a saltar –dice estirando el cuello, y mirando al acantilado.

Sundance: Ni pensarlo.

Butch: No nos pasará nada. Si hay bastante profundidad no nos haremos daño –dice quitandose la chaqueta-. Nunca podrán seguirnos –afirma con seguridad.

Sundance: ¿Cómo lo sabes?

Butch: ¿Darías tú un salto así, si no tuvieras que hacerlo?

Sundance: Tengo que hacerlo y no lo doy.

Butch: Pues hay que saltar o estamos perdidos. […]

Sundance: no, no. Un buen disparo es lo único…

Butch: ¡Hay que hacerlo!

Sundance: ¡No! Déjame solo.

Butch: ¿Por qué?

Sundance: Quiero luchar contra ellos.

Butch: Nos mataran.

Sundance: Tal vez.

Butch: ¿Quieres suicidarte?

Sundance: ¿Y tú? –señalando la caída.

Butch: De acuerdo… Saltaré el primero.

Sundance: No.

Butch: Entonces hazlo tú.

Sundance: He dicho que no.

Butch: ¿Qué te pasa muchacho?

Sundance: ¡Que no sé nadar!

Butch se echa a reír con fuerza.

Butch Cassidy.- ¡Eres un iluso! ¡No creo que salgamos con vida!

Y por supuesto, aquí tenéis una canción de su estupenda banda sonora.

Raindrops keep falling on my head.